Esta
noche ha sido muy larga, no hemos conseguido dormir mucho en el tren porque
aunque no os lo creáis, aquí los trenes también pitan, así que entre el
traqueteo, el claxon y que no eran demasiado cómodos, pues hemos llegado de
aquella manera pero bueno, había que probarlo algún día. Hemos llegado a la
hora prevista pese a que en todos los blogs que había leído comentaban lo
impuntuales que era el transporte. Al salir a la calle para esperar a la
persona del hotel que nos esperaba no nos ha gustado lo que hemos visto, y se
ha confirmado a lo largo de todo el día, Jaipur es una ciudad con mucha
indigencia. Hemos llegado al hotel y nos han tenido esperando hasta las 8 para
darnos la habitación. Hemos subido a dejar las cosas y después de un rato nos
hemos ido a buscar un tuc tuc, otra experiencia más a tener en la india. Hemos
conocido a Ram, un hombre mayor que nos ha llevado al fuerte Amber, y una vez
allí nos dicen que hoy está cerrado porque tienen la visita del presidente de
la India, no me lo podía creer, un sólo día en la India y me iba a perder la
subida en elefeante hasta alli que tanto estaba esperando. Así que, resignados,
nos hemos vuelto al centro de la ciudad para seguir viendo el resto de
monumentos. La experiencia en este medio de transporte es para vivirla, pero he
pasado miedo en alguna ocasión conducen muy pegados entre sí y a veces son muy
bruscos aunque la verdad es que hemos salido ilesos.
Esta
vez la estrella ha sido Dani, todos los chicos querían hacerse fotos con él, ha
sido divertido. Y después de este inciso, vamos al día de hoy. Hemos empezado
por el Palacio de la ciudad, Jantar Mantar (un observatorio), después hemos
estado en el palacio de los vientos que era muy bonito más por fuera que por
dentro. De ahí hemos cogido otro tuc tuc hasta el fuerte Mahal Jahgar donde nos
han dejado en la parte de abajo donde acababa una parte de la ciudad y hemos
tenido que subir un camino ascendente y empedrado de curvas pero que ha
merecido la pena la subida por las vistas. Al llegar arriba no parecía haber
nadie y hemos sospechado que pudiera estar cerrado por la visita del presidente
pero no, había gente trabajando por allí y poco turista, eso sí. Al entrar
dentro hemos visitado el palacio y 2 guardias de seguridad se han ofrecido a
hacernos de guía y contarnos la historia del rey y sus 9 mujeres que luego han
resultado ser 16. Ha estado entretenido con ellos pero poco más. Después hemos
bajado todo el camino de vuelta y hemos andado y andado hasta llegar al centro
y buscar un sitio para comer, el elegido ha sido Ganesh, parecía un antro en lo
alto de los bazares pero el trato ha sido magnífico y la comida sensacional. Hemos
pedido 2 especialidades de la casa, verduras al estilo ganesh y paneer. Hemos
pedido pan de ajo y de queso y el de ajo estaba riquísimo. Después nos han
dejado hacer alguna foto de la cocina.
Tras
esto hemos ido en busca de Lassiwala, un sitio que habíamos visto de confianza
para tomar Lassi, una bebida típica de aquí. En este caso he decidido probar y
arriesgar yo, era parecido a nuestro yogur helado pero bastante más líquido,
estaba azucarado y estaba muy bueno. Ha sido muy gracioso porque al llegar
había varias tiendas juntas que se llamaban igual y nos llamaban de todas.
Después nos hemos enterado que el original era de una familia y que discutieron
y cada miembro montó un puesto al lado del otro. De ahí nos hemos pegado otra
buena caminata para ver Albert Hall que era de los pocos monumentos que nos
quedaban por ver hoy. Después hemos cogido un tuc tuc hacia el hotel para ducharnos
y volver a salir, esta vez habíamos pensado ir a Bapu Bazaar a mirar cosas para
comprar pero el destino ha querido cruzarse en nuestro camino y nos hemos
encontrado con un chico superamable, que no nos ha pedido nada a cambio por
primera vez, solo quería recomendarnos una actividad para hacer y nos ha dicho
precios de algunas cosas para que no nos timasen y una de las cosas que nos ha
dicho es que no comprásemos ahí porque tenían muy inflados los precios respecto
a lo que realmente valen. El caso es que nos ha conseguido un tuc tuc para ir
hasta lo que llamaba “Elefant Village”. Nos lo ha vendido tan bien que nos
hemos ido para allá. Según él, hoy viernes era el día perfecto para verlo y era
un sitio donde había muchos elefantes y hacían diferentes actividades con
ellos, lavarlos, pintarlos, montar en ellos… así que nos hemos ido a ver qué
veíamos y al llegar allí resulta que el conductor nos dice que los elefantes
son privados y las actividades también por lo que tenemos que concertarlo con
alguien y que conoce a un propietario. Nos sonaba un poco raro todo y tras
explicarle al dueño de los elefantes que había sido un malentedido con el chico
aquel hemos conseguido que nos dejara ver donde los guardaba y hemos podido tocar
uno de ellos, la sensación ha sido genial. Reconozco que cada vez me está
gustando más y más, aunque me dan mucho respeto por lo grandes que son también
pero son geniales. Al final, nos hemos vuelto al centro a cenar y el del tuc
tuc nos ha recomendado un sitio Peacock restaurant Rooftop y la verdad, tampoco
nos ha decepcionado. Un poco más caro que esta mañana pero merecía la pena.
Hemos pedido kebab de pollo al tandoor que tenía ganas de probar un kebak y
cordero, esta vez hemos ido a por el picante y picaba pero se podía comer
perfectamente. Al salir nos hemos ido caminando al hotel y ya estamos listos
para dormir que mañana partimos para Agra, donde está el famoso Taj Mahal.
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