17 de agosto de 2015

India - Día 1 Mumbai



Ayer comenzó nuestra andadura por esta “Incredible India”. Cogimos el avión de Qatar a primera hora, compañía que recomiendo si como nosotros estáis acostumbrados a Iberia, ya que es un salto más. No paramos de comer en todo el viaje y encima disfrutamos de las pantallas individuales y de la comodidad de los asientos. El vuelo tenía una escala en Doha y el trayecto hasta allí se hizo corto a pesar de las casi 7 horas que pasamos dentro, debía ser por las ganas que teníamos de llegar a Mumbai. Paramos por  3 horas en el aeropuerto de Doha, donde el lujo está asegurado, no es demasiado grande, está a pie del mar pero tiene todo lo que puedes necesitar de gran lujo. Una vez estábamos esperando en la puerta de embarque hacia Mumbai nos dimos cuenta de una cosa que ya teníamos en mente, no íbamos a pasar desapercibidos ante tanto indio. En ninguno de los vuelos tuvimos retraso pero prometía ser una noche larga ya que 3h de vuelo no dan para dormir un rato antes de llegar al hotel y además había que añadirle que adelantábamos el reloj 3:30h. A las 2:30 ya estábamos aterrizando y a partir de ahí comenzó todo el proceso: cumplimentar un formulario para extranjeros, pasar el mostrador, recoger las mochilas y por si fuera poco, pasar un último control para el equipaje de mano.

Al salir nos estaba esperando un chico del hotel, cartel en mano con mi nombre y el hotel del que procedía. Nos alojaremos 3 noches en Hotel Residency Fort, que para India es un poco caro pero ya se sabe que en las ciudades grandes es lo que hay. Eran ya las 3:40 cuando montábamos en su taxi y en media hora estábamos en el hotel. Al llegar allí nos atiende un hombre en recepción muy amable pero parece ser que no entiende muy bien nuestra llegada ni la reserva que tenemos, tratamos de explicárselo y una vez que nos entendemos nos dice que para la primera noche no puede darnos la misma habitación y que solo tiene disponible la zona “deluxe” y que nos la deja al mismo precio ya que ha sido culpa del hotel. Total que nos llevan para allá, un edificio que está al lado del propio hotel y la habitación está bien pero de lujo… no vamos a hablar, sin mencionar que había un chico del hotel durmiendo en el suelo y le despertamos. Al menos parece que está limpia y tiene aire acondicionado que con esta humedad que se respira cualquier aparato de este estilo es poco. Una vez en la habitación, tuvimos que acoplar la mosquitera que llevábamos y después decidimos dormir y levantarnos para ir con calma y descansar 4 horas.

Nos hemos levantado a las 9 y nos nos hemos ido a desayunar y, para ello teníamos que volver al edificio principal del hotel y al salir a la calle te das cuenta de la bofetada que es la India para los sentidos (olores, ruidos,
sabores picantes hasta en el desayuno, lo que se ve en las calles..). El desayuno está bastante bien, hay de todo y una zona donde hay un hombre haciéndote tortillas con verduritas, riquísimas. Nos hemos ido a empaquetar las mochilas para cambiar de habitación y cuando volvemos a recepción nos dice el que debía ser el dueño que podemos quedarnos en la misma sin sobrecoste así que mejor, prefiero no ver cómo sería una habitación normal.

Tras esto nos hemos ido de turisteo: hoy hemos estado en la Puerta de la India y hemos ido a ver unos suburbios por la zona sur de Mumbai. Realmente hemos confundido el Dhobi Ghat con el barrio del mismo nombre y nos hemos metido en una zona que dejaba bastante que desear. Primero hemos pasado por una zona donde había varias naves donde sobre todo mujeres estaban sentadas en el suelo con unos barreños y se dedicaban a pelar gambas. Como podéis imaginar el olor a pescado era muy desagradable y los pájaros no desperdiciaban ni una caja de cáscaras. Después hemos ido a un par de cines a preguntar si las pelis tenían subtítulos pero como no hemos encontrado hemos preferido no arriesgar ya que no nos íbamos a enterar de nada. Después de andar y andar nos hemos ido a buscar Marine Drive que es una calle que va bordeando todo el mar y en ese trayecto ha aparecido “Habru”, un indio que sabíamos que venía a liárnosla y al final, nos hemos dejado liar. Ha venido hablando con nosotros toda la avenida de diferentes cosas y cuando hemos decidido ir a comer nos ha querido mostrar una zona donde había varios restaurantes, nos ha parecido que el sitio era normalito (MAO) y de precio muy barato por lo que hemos elegido una zona con aire acondicionado y una vez acoplados nos dice que si se puede quedar o se va… yo no sabía que hacer o donde meterme, la situación no podía ser más rara. El caso es que le hemos dicho que si, que era un poco raro para nosotros pero que no había problema. Como no hablaban nada de inglés le hemos dicho lo qué nos apetecía y nos ha pedido un plato para compartir con cordero y una salsa que sabía mucho a frutos secos pero estaba buena. Él había pedido sólo una coca-cola y tras mucho insistirle al final se ha pedido un plato de verduras. Cuando hemos terminado nos hemos dado cuenta que al final el chico lo único que quería era comer ese día y la verdad que hemos pagado 7€ por la bebida y la comida.  De ahí nos hemos venido al hotel paseando por “Fashion Street”, y nos hemos dado una ducha porque ya no es tanto el calor si no la humedad, que es agotadora. Aunque no lo mencione a cada rato, las mezclas de olores llaman demasiado la atención y el claxon constante de todos los vehículos que pasan por la calle llegan a desesperar.
Cuando hemos salido, sobre las 16:00h, hemos ido a ver la terminal de tren Victoria, patrimonio de la Unesco, un edificio muy bonito. Y de ahí hemos intentado llegar a una torre del reloj que habíamos apuntado para ver y que nos hemos dado la vuelta antes de llegar porque hemos andado y andado y no ha merecido nada la pena. Hemos tenido que pasar por un mercado y aquello era una locura, mogollón de gente por todos lados, vendedores, compradores, coches, bicis, motos, autobuses, carros donde llevaban mercancía… A la vuelta de la torre hemos cogido un taxi para volver a la zona de Fashion Street y dar una vuelta por los puestos que hay en la calle, nos ha llevado por 75 INR (apenas 1€). Tengo que decir que aquí somos una atracción turística para ellos y es que yo no me estaba fijando hasta que Dani me lo ha dicho pero según íbamos paseando todos los hombres que iban pasando, solos o en grupo no paraban de mirarme como si yo estuviese llamando la atención por algo, really? Pues seguramente porque llevaba unas gafas de sol, porque llevaba mi melena megarizada al viento y fundamentalmente porque soy occidental, no cabe duda. Lo mejor es no mirarles y no tenerlo en cuenta porque puede ser desquiciante. Después de esta cantidad de emociones por hoy y llevar 4 horas de sueño en el cuerpo hemos ido a la zona del hotel a comer por allí y a las 20:00 ya estábamos en la habitación. Nos vamos a dormir que mañana también promete ser un día intenso. 

1 comentario:

miticodiego dijo...

Anda que no escribes ni ná!!! :P
Pasárlo genial!