21 de septiembre de 2016

Japón día 10: Nikko



Hoy hemos ido a Nikko, que es un lugar patrimonio de la humanidad y que nos habían recomendado y había leído en algunos blogs que merecía la pena el viaje. Entre metro y trenes son casi 3 horas y merece la pena acercarse a verlo porque una vez allí los templos están todos por la misma zona. Al salir de la estación tienes un bonito paseo (10-15min) hasta llegar a las escaleras de Omotesando y a partir de ahí ya pueudes planificar cómo ver los templos. Nosotros decidimos ir primero a ver los más grandes sobre todo porque eran también los más alejados y a primera hora del día tenemos más energía para visitar y recorrer. Estuvimos en el Santuario de Futarasan, y el de Tosho-gu, viendo las zonas que nos dejaban ver. Algunas muy bonitas y otras menos interesantes o que ya habíamos visto en otros templos. Cuando llevabamos 3 ó 4 decidimos bajar a comer y continuar después porque se nos iba a hacer tarde si no. Había poco donde elegir y al final nos metimos en un sitio regentado por dos mujeres donde pedimos un plato de ramen cada uno con un cuenco de arroz frito. Tengo un vicio con el ramen, antes me gustaba pero es que ahora me encanta y podría comerlo todos los días, uno bueno y bien hecho, claro. De ahí continuamos con la visita y el siguiente fue uno de la entrada que la verdad que vimos poco porque lo estaban reconstruyendo, tenía 3 budas dorados en la sala principal que tenían acristalados. Lo mejor es que nos enseñaron como lo estaban reconstruyendo y los anclajes tan curiosos que ponían, todo en madera y pudimos subir arriba del todo para ver como reconstruían el tejado. La verdad es que del paso del tiempo la madera estaba muy dañada y fue una pena no verlo al natural. De ahí fuimos a ver otro que nos quedaba pero estaba apartado, era pequeño y solo podías moverte x fuera así que con esto decidimos volver a Tokio pues nos quedaban 3 horas de vuelta. Dejamos las cosas, nos cambiamos y nos fuimos a Shibuya a comer a un restaurante de sushi de esos que vas pidiendo lo que quieres por una tablet, en este caso de 3 en 3 platos y luego a través de una cinta transportadora te lo traen hasta tu sitio. ¿cómo sabes que es tuyo? Porque al llegar tienes que confirmar en la pantalla y se llevan la bandeja. Muy bien de precio y además tenían platos cocinados por si uno de los dos no quería comer crudo. De ahí cotilleamos Forever 21 que cerraba a las 22:00 y para el apartamento.

20 de septiembre de 2016

Japón día 9: Tokio


Hoy el día prometía ser lluvioso pero no pensamos que tanto así que en un principio decidimos ir a Tsujiki Market que es el Mercamadrid de Tokio donde además, hay restaurantes alrededor que ofrecen sushi, qué mejor manera de comer sushi fresco! Leímos que al público abrían de 9 a 11 pero al llegar allí solo nos dejaban a partir de las 10 con lo que hemos aprovechado para ir a comer sushi y eso que nos llevábamos allí. Tras dar muchas vueltas y viendo que todos tenían cola nos hemos ido a un lateral donde había más y ninguno tenía cola y los precios eran similares. Por 25€/persona hemos comido un set de sushi que traía 6 piezas de pescado y dos makis: uno de pepino y otro de atùn. De ahí hemos entrado directamente a los puestos del mercado y aquello es una maravilla, ver los peces frescos y sobre todo ver las variedades diferentes que no estoy acostumbrada a ver en España. Y también verles cortar los peces con esa delicadeza que lo hacen y los cortes tan limpios que salen son una auténtica locura. No hemos podido ir a la puja del atún porque abren a las 4 y empieza a las 5 pero a esas horas no hay metro ni JR y un taxi desde la otra punta no compensa para lo pudiera ser, ya hemos estado en varias lonjas y al no saber si sería diferente hemos preferido descartarlo. De ahí y viendo que seguía lloviendo y estar paseando x la calle era tontería nos hemos ido a un gran almacén y hemos visto un supermercado y hemos pensado comprar algo de carne de wagyu para hacerlo en casa y que no nos costase tanto como en un restaurante. De ahí hemos salido a la calle a buscar un restaurante y era una zona con poco que ofrecer así que después de dar una vuelta de reconocimiento la mejor opción era un coreano. Hemos comido muy bien, aunque la comida picaba un poco. Nos han puesto una bandeja que traía una sopa, un cuenco de arroz y como 3 aperitivos y luego ya te ponían el plato principal que quisieras, yo he pedido uno que no picaba. Tengo que decir que antes de elegir el coreano habíamos entrado en otro para probar shabu-shabu pero no nos hemos entendido porque no hablaban inglés y antes de que nos pusiesen algo que no queríamos nos hemos ido al coreano de enfrente. Al salir hemos cogido el JR y nos hemos ido al apartamento y hemos hecho bien porque al salir en nuestra estación diluviaba, tanto es así que he llegado con los pantalones empapados. Como ya teníamos la cena no ha hecho falta volver a salir. Creemos que tanta lluvia y viento ha podido ser por el tifon que había al sur de la isla, el caso es que era imposible estar en la calle sin mojarse y no se iba a ver nada.

19 de septiembre de 2016

Japón día 8: Tokio


Pues ya estamos en Tokio, una ciudad que nada tiene que ver con lo que hemos visto hasta ahora. Esto está lleno de luces, de gente de todos los estilos y de restaurantes de lo más variopinto. Por la noche es una auténtica locura de luces y sonido. Hoy cuando nos hemos levantado hemos ido andando directamente, porque más o menos todo estaba relativamente cerca. Hemos empezado por subir al mirador de un edificio del gobierno, y bueno, como el tiempo està lluvioso, con tanta nube se podía disfrutar muy poco de las vistas. Al bajar nos hemos ido caminando hasta el parque yoyogi, supuestamente ahí se reúnen las lolitas y rockabillies de la zona los fines de semana. Nosotros hemos entrado a ver el santuario que había pero claro, viniendo de Kioto se ha quedado corto. Lo bueno ha sido que hemos presenciado una boda japonesa, y todo el mundo que estábamos allí haciéndoles fotos mientras pasaban, no sé cómo se habrán sentido los novios pero al menos sonreían al pasar. Después hemos continuado el camino y hemos entrado en Takeshita Dori, una calle peatonal plagada de tiendas de ropa punk y de ese estilo, me ha encantado. Y además en la misma calle no sé la de puestos que podía haber de crepes con diferentes rellenos, una locura. De ahí hemos continuado a Cat street, una calle empedrada muy bonita y en la que a ambos lados había tiendas de marca, era otro rollo más tranquilo. Como ya se estaba haciendo hora de comer hemos ido cerca de Shibuya a comer a Ichiran, un sitio de ramen que le había recomendado a Dani un japonés que trabaja cerca de su curro. La experiencia ha sido increíble, tras esperar un ratito de cola hemos pasado por una máquina donde hemos elegido la comida con sus acompañantes y postre incluido. Después nos han dado un papel para rellenar donde nos preguntaban el punto de sabor del caldo, la dureza de los noodles, la cantidad de aceite, si queriamos ajo y cuanto, picante y en qué grado y si queríamos cebolla o no, lo que me ha parecido fantástico. Después nos han pasado a una sala con asientos a ambos lados separados individualmente por unos biombos. Si eramos varios las maderas se doblaban y hacías hueco. Enfrente te servían pero lo único que veías del camarero eran sus manos y poco más. Nos han puesto el plato de ramen y nos dan dejado un platito que ponía el nombre del postre (Tofu con té) y cuando hemos terminado el plato tenías q tocar el timbre y se llevaban el platito para traerte tu plato, curioso todo. De ahí ya hemos salido y como antes de entrar a comer me había fijado que estaba Forever21 no he podido resistirme aunque las compras las haremos en otro momento. De ahí hemos ido al cruce de Shibuya, si bien al principio no me ha parecido tan alucinante como pensaba es verdad que cuando cruzas hacia el lado de la estación, se viene una marabunta de gente y ahí si que ha sido una pasada. Después hemos entrado a la estación para hacer una foto desde arriba y por último un video desde abajo.
Hemos callejeado y caminado por toda la zona bastante rato y entrado en varias tiendas, entre ellas Uniqlo. De ahí nos hemos vuelto al apartamento en JR y a las 18:00 hemos salido a dar una vuelta por nuestra zona de Shinjuku y hemos terminado cenando toriyaki de pollo de diferentes partes del cuerpo con un aperitivo que llaman otoshi que lleva lechuga, algas, sésamo y una salsa x encima muy rica. De camino al apartamento como llovía y yo estaba ya tiritando hemos ido directos sin parar mucho.

18 de septiembre de 2016

Japón día 7: Kioto y Tokio

Hoy dejamos el apartamento para irnos a Tokio pero como eran 3 horas de tren y no nos daban el apartamento hasta las 16:00 hemos aprovechado en Kioto porque todavía nos quedaban cosas por ver. Nos han quedado algunos templos pero la verdad es que al final son pocos días y hemos querido hacer muchas cosas pensando que estaba todo más accesible. Aún así nos vamos con buen sabor de boca y una buena idea de lo que es Kioto. A las 9 estábamos saliendo por la puerta para dejar las maletas en las taquillas de la estación de Kioto y de ahí coger un JR a Inari para ver el templo que nos quedó el otro día, Tofuku-ji, que ha merecido la pena y menos mal que lo hemos visto. Hoy el día ha amanecido lloviendo y aunque daba treguas no ha parado demasiado. Eso si, ibamos en manga corta porque seguía haciendo un calor insoportable, la humedad es alta aquí. Los templos están muy bien pensados y en días de lluvia son muy útiles porque todos los templos se conectan por puentes que techan y entonces vas descalzo y sin mojarte y puedes hacer fotos y admirar alrededor sin mojarte nada y está todo superlimpio porque te hacen descalzarte siempre y dejar los paraguas a la entrada. Después hemos vuelto a Tokio a ver 2 templos más, uno de ellos me ha gustado mucho, tenía un buda de oro en el interior bastante grande, que impresionaba también y luego los complejos tan extensos que tienen. Entre medias hemos decidido comer en un sitio que hemos visto de Ramen y ha sido un auténtico acierto. Hemos tenido que pedir la comida en una máquina donde salían unos tickets que luego le dabas a la camarera y te traía el plato. Después de la maña que nos damos con las máquinas del metro esto era pan comido (también porque había un cartel en inglés encima y diferenciando por colores los platos, nos ha facilitado bastante la tarea) Nos han traído dos platos enormes, con sopa de pollo, noodles, huaevo cocido y cerdo, estaba riquísimo, la sopa tenía un sabor increíble y la pasta de los noodles, ufff, buenísima también. Nos hemos ido a visitar el último templo y por último el Castillo Nijo-jo. A las 16:00 estábamos ya en el Shinkasen camino a Tokio. Al llegar a la estación casi a las 19:00 ha sido una locura, gente que iba y venía para todos lados, nosotros con las maletas esquivando y esquivandonos... pero hemos llegado al JR que teníamos que coger sin problemas y otra vez más gente, tanto que creía que ibamos a ir apiñados pero al final se ha bajado mucha gente e ibamos bastante amplios. Al llegar a nuestra parada, en Shinjuku otra vez locurón, gente y más y gente y hemos salido y estaba lloviendo aquí también. Nos hemos puesto a andar en busca del apartamento y nos hemos dado cuenta que Tokio no tiene nada que ver con lo que estábamos acostumbrados de estos días atrás, veremos a ver qué tal la gente, si hacen tantas reverencias y dan tanto las gracias como en Kioto. Esta zona donde estamos lo llaman el barrio rojo, por la cantidad de bares de chicas que hay por aquí, y no le falta razón. Está lleno todo de carteles luminosos, hay mucha gente y ruido por la calle. Mañana seguiremos investigando más detenidamente. Y para rematar el día, después de dejar todo en el apartamento hemos bajado a desayunar y queriendo probar unas gyozas, nos hemos metido en un sitio que resulta que hemos deducido que era un chino, vaya tino pero quien puede adivinar algo así sin conocer la letra. Nos hemos reído un rato, de eso no hay duda.

17 de septiembre de 2016

Japón día 6: Kioto

Hoy el día ha empezado bien, teniamos previsto visitar un montón de templos y como el primero lo abrian desde las 6 hemos pensado que sería buena idea estar a primera hora y así empezar con el resto a las 9 y que nos diese tiempo. Hemos cogido el bus y así hemos probado un nuevo medio de transporte. aquí se entra por la puerta trasera y tienen precio estándar y pagas a la salida con monedas, eso sí precio exacto porque no te dan cambio. Después de 5 minutos andando hemos llegado a Honen-ni y resulta que hoy sábado cerraban, así que solo hemos podido ver lo de fuera. Con el ánimo un poco decaído pensando que igual era un mal día si cerraban todos hemos ido a probar suerte al tempo Nanzen-ji y menos mal que estaba abierto. Este templo tiene una serie de templos dentro y hemos podido visitar algún jardín zen y las habitaciones (eikan-do, tenju-an, konchi-in) Por último hemos ido un poco más lejos a visitar el último de día, el templo Shoren-in. Todos ellos por unas cosas o por otras han merecido la pena. Es una pasada ver el tipo de construcciones que nada tiene que ver con lo que construían los romanos. Aquí todo es de madera de color oscuro, no sé si por el paso del tiempo y que viene así de inicio pero es que claro, con la cantidad de bosque que tienen es su materia prima principal. Y luego los tejados son oscuros, de color gris, son muy curiosos. Después fuimos a ver la zona del mercado Nishiki con productos japoneses frescos y cocinados. Allí Dani ha entrado en una tienda de cuchillos porque tenía ganas de comprarse un Santoku, y ha cogido uno que no era de acero inoxidable con lo que hay que limpiarlo constantemente y tener mucho cuidado al manipularlo. La chica que nos ha atendido lo ha explicado estupendamente en el mostrador con un estropajo y una bayeta, no había lugar a error. Encima le han puesto su nombre en Japonés, ha sido muy divertido. Hemos picoteado algo por el mercado, un pulpito cocido con un huevo de codorniz dentro. Una especie de chupachups (porque llevaba palo) que era carne de calamar y estaba rebozado. También hemos entrado en una tienda a probar verduras encurtidas y hemos cogido un cracker de arroz para probar porque los tienen en muchos sitios. Con el estómago un poco lleno hemos seguido hasta la zona de Gion y hemos dado un buen paseo y como no habíamos comido nada en condiciones nos hemos sentado a compartir un okonomiyaki y ya de vuelta al apartamento a echarnos la siesta y descansar, hoy nos lo merecíamos y aparte que mis piernas hoy no daban para nada más. Hemos salido a cenar a un sitio bastante cerquita del apartamento y hemos pedido varios platos: estofado de ternera, arroz con un té servido por encima, cuello de pollo, algo de sushi y ya. Hemos ido a ver Gion por la noche y ahí nos hemos tomado un helado de té matcha, que desde luego el sabor era muy peculiar. No se podía decir que estuviese malo como alguna otra cosa que hemos probado pero si diferente a lo que estamos acostumbrados en occidente. Y después de esto y no poder coger ningún bus de vuelta, pues a caminar otro poco hasta el apartamento. 

16 de septiembre de 2016

Japón día 5: Magome y Tsumago

Hoy hemos hecho una excursión a una zona de montaña. Como el viaje hasta allí eran más de dos horas tocaba madrugón y a las 5:45 estábamos en pie para coger las cosas e ir al metro más cercano que nos llevase a la estación de Kioto a coger el shinkasen de las 6:42 hasta Nagoya, donde haríamos transbordo hasta Nakatsugawa, punto donde cogeríamos un autobús hasta el pueblo de partida, Magome. Los pueblos eran preciosos, con casas de madera oscura, con calles empedradas y agua pasando por delante de sus casas. El trayecto era de 8km hasta Tsumago y son unos 2-3 km cuesta arriba como mucho y 5 ó 6 cuesta abajo o llano, lo que lo hace bastante llevadero. En unas 2 horas se puede recorrer tranquilamente. Durante el camino tienes postes con una campana que te dicen que los toques si ves algún oso porque eso les ahuyenta, lo cual te deja mucho más tranquilo, si. Afortunadamente no hemos visto ninguno pero Dani ha preferido tocar cada una de las campanas por si acaso. El camino está muy bien indicado y no hay pérdida, y además tienes vegetación para ver, alguna cascada y algún puentecillo, así que se va haciendo ameno. Vas pasando por diferentes aldeas y cuando hay gente en la calle siempre te saludan, son muy simpáticos. Al llegar a Tsumago, eran las 12 y para no perder tiempo en el viaje de vuelta hemos decidido comer e irnos al tren. Hemos dado una vueltecilla por el pueblo y hemos visto un par de sitios pero como no entendíamos nada del menú hemos entrado en el primero y la mujer nos ha dicho que sólo servían sopas frías y calientes de fideos soba, con lo que nos ha parecido bien y hemos cogido una de tempura y otra con clara de huevo, a mi me ha gustado más la primera pero estaban bien ricas las dos. De ahí nos hemos ido a la parada de autobús y hemos visto que quedaba 1 hora hasta que pasase uno, así que como la estación de Nagiso para coger el tren estaba a 3,5km nuestra opción ha sido ir andando en lugar de estar ahí parados, con lo que al final, nos hemos hecho 12 km tan ricamente. Así empezamos todos los días pensando que vamos a andar una distancia y a lo tonto terminamos andando bastante más, somo así. Pero ya hemos descubierto el sistema que llevan los autobuses y mañana vamos a comprar un bono diario y a intentar amortizarlo que todavía nos queda una semana por aquí y a este ritmo nos tienen que venir a recoger. Pues bueno, después de llegar a la estación hemos entrado a ver a qué hora salía el tren y si, en una hora, con lo que una pérdida de tiempo todo. La mujer de la estación ha sido un encanto, nos ha llamado y ha preguntado que donde ibamos, y al decirle que a Nagoya para cambiar luego a Tokio nos ha dado un papel escrito a mano por ella con los horarios, líneas y vías donde paraba cada tren desde Nagiso a Tokio, yo no he podido más que decirle que se lo agradecía y que eso si que era un gran trabajo, pues tenía varios papeles como el que nos ha dado y además para el resto de horarios y destinos. Yo entiendo que hay poco que hacer en ese pueblo seguramente pero dedicarse a eso para los turistas es de agradecer. No teniendo bastante la mujer con eso, ha salido del mostrador y se ha dirigido a la sala donde estábamos esperando y nos ha dicho que como teníamos tiempo de sobra había un puente de madera muy antiguo que igual nos apetecía ver y así ha sido, nos hemos ido para allá, eran 5 minutos desde allí y la verdad que ha merecido la pena el consejo. Una vez ha llegado el tren hemos deshecho todo el camino de ida y a las 17:45 estábamos bajando en Tokio. Sinceramente, la excursión ha sido muy bonita y la recomiendo si vienes con mucho tiempo como para alojarte una noche porque "perder" un día en viajes sólo para eso igual no merece tanto la pena teniendo tantas cosas que ver en Tokio. Pero bueno, nosotros lo hemos hecho y la experiencia queda grabada para siempre. Después de esto nos ha dado tiempo a pasar por el apartamento, cambiarnos e ir a cenar. En principio ibamos con la idea de cenar gyozas porque ayer por la noche vimos un sitio bastante concurrido y nos pareció que podía estar bien pero al llegar hoy y ver aquello nos ha parecido más turístico que otra cosa así que hemos seguido andando por Shinpontocho y hemos encontrado un sitio de yakitori y nos hemos metido a probar. Son brochetas de carne en este caso y hemos pedido para probar una de ternera y una de mochi de queso, acompañado de una ensalada de patata y también brochetas de diferentes partes del pollo: corazones, cuello y pechuga. A mi personalmente me ha gustado un montón todo. Cuando hemos salido hemos dado una vuelta por la zona y entrando por un callejón hemos ido a dar a una calle muy estrecha con bares en ambos lados y todos iluminados con farolillos. Y de ahí al apartamento a planificar el próximo día y a dormir, mañana ya es sábado, como pasa el tiempo en general. 

15 de septiembre de 2016

Japón día 4: Kioto

Hoy el plan era quedarnos por Kioto y empezar a ver templos, que aquí hay unos cuantos, más o menos unos 1.000 según la guía. A primera hora decidimos ir a Arashiyama, que está más a las afueras. Es la zona donde se encuentra el Bambusal o bosque de bambú, la verdad que es una auténtica pasada or caminando por esos pasillos y estar rodeado de ellos. Después hemos parado a ver un templo, Tenryu-ji, un templo budista que tenía un bonito estanque lleno de carpas. Tras eso nos hemos dirigido a un puente muy antiguo, el de Togetsukyo y de ahí hemos cogido un par de panes hervidos rellenos de ternera y de pasta de sésamo y hemos cogido el metro de vuelta a otra zona. Aquí ha empezado la locura. Teníamos que ver 5 templos, a las 17:00 cierran y no había metro que nos pudiese llevar. Había autobuses pero de momento no los controlábamos y nos hemos hecho todo el recorrido andando... Ha habido un momento que mis piernas iban solas y cuando me tenía que descalzar en los templos lo agradecía. Al lío, hemos visto un par de templos con un jardín zen que me han encantado, de hecho creo que en cuanto llegue a España me voy a poner a rastrillar y a colocar el mio ahora que lo entiendo un poco más. Están dentro de los templos de Ryoan-ji y  Daitoku-ji. Antes de comer también fuimos a ver el templo Ninna-ji. De camino al siguiente Templo nos hemos parado a comer en uno de los pocos restaurantes que hemos encontrado por la zona y hemos pedido un plato de Udon que venía en sopa y con tempura de gamba y algo de calamar y un plato combinado que traía arroz y miso para acompañar y una croqueta, un trozo de pescado hecho a la brasa, un poco de tofu, ensalada y un par de rollitos de tortilla francesa. De ahí otra caminata hasta el pabellón dorado, que parece ser que está hecho por dentro y fuera de pan de oro. Sinceramente, me ha parecido una "estafa". El templo es muy bonito y hay que verlo, está claro pero hemos llegado allí, nos han cobrado 400ye es/persona y nos han hecho ir en fila y en la zona donde se podían hacer fotos (frente al estanque) han empezado los de seguridad a tratarnos como si fueramos un rebaño (venga, seguid andando, seguif andando, decían) Estaba muy masificado y lo han hecho un circo. El último templo que hemos visto es el de Kamigamo, y apenas hemos visto nada porque ya estaba casi todo cerrado, suficiente por hoy. Eran casi las 17:00 y hemos ido andando hasta el metro más cercano para ir al apartamento, cambiarnos y salir a cenar. Hoy no nos pillaba el toro y a las 20:00 estábamos cenando sushi y un plato de arroz con anguila muy rico. Hemos dado una vuelta por la zona de Shinpontocho y para casa a preparar la excursión de mañana. Es una pena que no pueda recomendar restaurantes en este viaje pero con los nombres que tienen es imposible saber si es casa pepe o casa paco. Son las 21:30 y nos vamos a dormir.

14 de septiembre de 2016

Japón día 3: Nara e Inari

Hoy toca cambiar de alojamiento, nos vamos a kioto para estar 5 días en un apartameto y de allí movernos a diferentes sitios. Como el apartamento no nos lo daban hasta las 16:00 e ibamos con las maletas, lo que hemos hecho es ir a la estación de kioto y dejarlas allí en unas taquillas que te cobran según el tamaño de la maleta y puedes dejarlas hasta 3 días. De allí hemos cogido un tren que nos ha llevado a Nara, es una ciudad bastante bonita, hemos podido ver un montón de cosas allí. La ciudad estaba repleta de ciervos, en cada parque y cada templo que visitabamos allí estaban y había puestos de galletas para ciervos y la gente no hacía más que darles de comer, eran una de las muchas atracciones. Hemos visitado los siguientes templos: Kofuku-ji, Nigatsu-do y Sangatsu-do, Naramachi koshi-no-le, Todai-ji. Este último es el único en el que hay que pagar y en el que se puede ver el buda más grande de Japón, la verdad es que impresiona bastante porque está metido dentro del templo. Mide unos 20 metros, sin contar la flor de loto que mide unos 2,5 metros, sin duda la atracción del sitio. Después de eso hemos ido a visitar un parque que era gratuito y ha sido bien bonito, con sus estancias japonesas a lo largo del recorrido. De ahí nos hemos ido a comer, eran ya las 13:00. Hemos entrado en un sitio, al principio de la calle principal que te lleva de la estación al primer templo y nos ha sorprendido gratamente; primero porque en cada mesa teníamos una plancha en el centro donde te iban dejando la comida ya preparada para que se mantuviese caliente y te ibas sirviendo de ahí. Hemos pedido un rollito de noodles yaki soba, udon y un plato que Dani quería probar que ha resultado estar bastante rico, picaba un poco pero nada que no se pudiese soportar, era batu kimchi, según parece llevaba un tipo de col fermentada y el conjunto de carne y verdura tenía muy buen sabor. Al salir hemos visto un puesto donde hacían algo que parecía dulce, hemos cogido un par de bollitos, eran de color verde con un polvo por encima y la verdad que nos ha salido rana, primero porque la masa era tipo chicle y se masticaba un poco de aquella manera y segundo porque el relleno de dentro era dulce si, pero tenía una clase de judías que era bastante desagradable al paladar, pero... había que arriesgar y probarlo. Con las mimas hemos entrado a un super y nos hemos comprado un mochi para compensar el mal sabor de boca. Hemos vuelto al tren para continuar la visita, esta vez hemos parado en Inari para ver el templo sintoísta de Fushimi-Inari, y es una pasada. Es un templo que está lleno de toriis, pero que por más que lo cuentes y enseñes fotos uno no se lo imagina hasta que no lo vive. Hemos estado por lo menos hora y media haciendo todo el recorrido, y hemos sido de los pocos porque todo el mundo empieza con muchas ganas pero al llegar al segundo cruce la gente se da la vuelta y nosotros hemos subido al punto más alto de la montaña (el templo está en un entorno espectacular) y hemos visto todos los toriis que hemos podido. Al salir queríamos haberi ido al Tofuku-ji pero en la guía ponía que cerraban a las 16:00 y ya eran las 18:00 con lo que nos hemos vuelto a tokio (5 minutos en tren), hemos recogido las maletas y hemos venido en busca del apartamento. Es un barrio residencial muy muy tranquilo y nos ha costado encontrar algún sitio para cenar. Al final hemos optado por el primero que había de camino que tenía carne de caballo y hemos decidido probarlo. Hemos pedido un variado de 3 tipos de carne cruda, un plato de carne asada, tofu, que era natural y el sabor no tenía nada que ver al tofu sintético que nos venden en España. Y por último hemos pedido un plato de arroz con huevo para acompañar y la sorpresa ha sido cuando traen en una bandeja diferente platos, en un el arroz, en otro un huevo entero y luego una serie de encurtidos. Nos hemos entendido como hemos podido con el camarero y hemos tenído que mezclarlo todo para que se hiciese una masa y no estaba nada malo. De ahí hemos dado una vuelta para ver si veíamos más vida y hemos dado con una zona comercial (cerrada ya a las 21:00h) y en las calles aledañas todavía quedaban algunos bares y supermercados abiertos. Y con esto nos despedimos hasta mañana.

13 de septiembre de 2016

Japon día 2: Miyajima e Hiroshima

Hoy el madrugón ha merecido la pena. A las 5:30 estábamos saliendo por la puerta del hotel para poder ir a la estación de Shin-Osaka a coger el tren que nos llevaría primero a Miyajima. Hemos llegado al pueblo y allí hemos cogido un ferry también de JR que nos ha llevado a la isla y a las 9 ya estabamos visitando aquellos. Hemos visto un santuario que parecía grande pero después de llegar al templo de daisin se ha quedado pequeño. Me ha gustado mucho, con un montón de templos, budas y cosas curiosas, como los "monetes" del whatsapp en versión japonesa o los 500 budas que recorrían una hilera de escaleras que llevaban un gorro de un color según en la centena que estuviesen. Los templos olían fenomenal a incienso y los rituales que hacen ante los dioses son muy curiosos: primero tiran dinero en una caja de madera que tienen delante, se inclinan dos veces en señal de reverencia y dan una palmada en señal de llamada de atención y ya piden los deseos (o algo muy similar a esto). Después de pasar un buen tiempo en el templo hemos ido a picar algo porque habíamos desayunado tan temprano que ya había hambre. Hemos cogido un bollo de pan que tenía dentro dos ostras con curry. Aquí las ostras tienen un tamaño descomunal y en lugar de comerlas crudas como nosotros las suelen hacer a la plancha, que les da muy buen sabor. Tras reponer fuerzas hemos seguido con la ruta, hemos visto la pagoda y alguna cosa más y hemos ido a hacer fotos al torii que aparece en medio del mar cuando llegas pero según va bajando la marea queda descubierto y puedes caminar debajo. Como hemos terminado pronto de hacer la visita a la isla y todavía quedaba ir a Hiroshima y visitarlo hemos decidido adelantar la comida y coger el tren de vuelta. A las 12:30 estábamos comiendo okonomiyaki de marisco y de ostras. Es muy curioso verles como lo cocinas, al final viene a ser una especie de tortilla por un lado y un crepe fino por otro con un montón de relleno. El proceso era el siguiente: echaban en la plancha la masa de crepe y encima lechuga, lemongrass y jengibre. Por otro lado echaban los noodles ya cocidos para darles un toque de plancha. Le ponen un par de trozos finos de panceta y encima los noodles. A continuación echan un huevo y lo remueven para hacer la tortilla. Lo ponen en el otro lado y todo junto lo pasan al plato. Encima lo riegan con una salsa que usan en casi todo que aún no hemos adivinado de qué es y encima de todo eso lo que hayas pedido, en nuestro caso el marisco y las ostras. 
A las 14:00 ya estábamos en Hiroshima y hemos ido primero a ver un castillo y después nos hemos dirigido a la zona donde tuvo lugar la bomba atómica, la verdad que impacta ver cómo quedó el edificio después de aquello y que no se desplomase aquello cayendo a tan solo 160mts al lado. Eran ya las 16:00 cuando hemos pensado que lo mejor era volver para que no se nos hiciese muy tarde y nos ha tocado andar otros 3 km hasta el tren. Al llegar allí hemos tenido que esperar media hora hasta que llegase el tren con lo que hemos tardado 2 horas en llegar al hotel. Después de una ducha hemos bajado a cenar por nuestra zona (Shin-sekai) y hemos terminado cenando un combo de tempura que estaba bien rico también, con productos diferentes ayer. Al salir nos hemos dado cuenta que la gran mayoría de los sitios eran de tempura, algo curioso. Hoy a dormir temprano que llevamos dos días muy duros y hay que recuperarse un poco.
 

12 de septiembre de 2016

Japon dia 1: Osaka

Salimos el domingo bien temprano de casa, sin apenas haber dormido, por un lado intencionado para dormir mejor en el avión. El primer trayecto fue a Amsterdam que nos lo pasamos durmiendo. Después de deambular 4 horas por el aeropuerto decidimos comer algo antes de subir al siguiente avión. La compañía KLM, y el viaje fue bastante bien pero como eran 11 horas sin apenas moverse de postura, en las 3 últimas ya no sabíamos ni como ponernos. Eso si, pude ver dos pelis (Alicia a través del espejo y La habitación) y más de una serie. Por fin aterrizamos en Osaka, en el aeropuerto de Kansai. Eran ya las 9 del lunes y teníamos que coger un tren para llegar al hotel. Con el vale para el Japan Rail Pass que teníamos tuvimos que ir a activarlo a una oficina y a partir de ahí, 14 días para usarlo, tarifa plana para casi todos los trenes. Por fin cogimos el tren y en una hora estábamos en la ciudad. Al salir vino el "problema" porque cogimos la primera salida que vimos sin saber muy bien si era o no era y por supuesto no era la adecuada y nos tocó caminar con las maletas algo más de la cuenta. Había que situarse y localizar el hotel y eso nos llevó 5 minutos, luego ya nos movíamos por la ciudad con el gps que daba gusto. Dejamos las maletas en el hotel ya que no nos hacían el check in hasta las 16:00 y nos fuimos a ver los lugares más importantes de la ciudad: estuvimos en el barrio de Den Den Town, Dotombori, y de camino allí pasamos por otro donde nos quedamos fascinados con un mercado de puestos de pescado sobre todo, que vendían comida que preparaban con los productos que tenían a la venta, más fresco imposible. Tentados a comer algo nos resistimos hasta la hora de la comida y tras ver muchos de los restaurantes de Dotombori y los platos que nos ofrecían decidimos comer ramen. Aquí lo bueno es que todos los restaurantes tienen en la puerta o bien fotos de los platos que sirven o los platos hechos en plástico. Otra cosa curiosa es que en algunos de ellos tienes que comprar en una máquina expendedora los platos que quieras y luego entras y te sirven dentro. Muchos de ellos simplemente tienen una barra con taburetes y la cocina vista a lo largo de toda ella, me encanta este concepto.

Después de comer y después de dar otro paseo por la ciudad hemos ido a hacer el check in, y a descansar un rato antes de salir a cenar porque nuestro cuerpo lo pedía a gritos. Y por cierto, daban lluvia hoy y hemos pasado un calor... aquí hay mucha humedad, volvemos a revivir un poco lo que vivimos en la India, aunque es más llevadero por la temperatura.
Al final hemos salido a cenar y hemos cogido un metro hasta Namba para ir directos a los restaurantes. Primero queríamos probar los takoyaki, un plato callejero típico de Osaka, es una masa que tiene en el centro pulpitos, vienen en porciones de 8 y te lo sirven con una salsa. La verdad es que me ha defraudado un poco y no me ha gustado demasiado, la masa no era lo que esperaba y la textura en boca no era muy agradable. Después de la experiencia hemos dado una vuelta por la zona, que tenía mucho ambiente y estaba llena de luces por todos lados. Hasta hemos asistido a un espectáculo callejero de unas adolescentes que parecían ser ídolos, sobre todo de los hombres mayores, cosa que me ha parecido un poco desagradable. Cuando hemos tenido suficiente nos hemos ido a buscar un sitio para cenar y hemos optado por tempura, en un sitio donde todo estaba muy bueno y la tempura parecía que la habían hecho con el aceite muy limpio. Hemos pedido tempura de verduras, pescado y queso, acompañado de arroz y sopa de miso. Un dato importante es que aunque algunos restaurantes abren 24 horas, muchos de ellos sirven hasta las 22:00 con lo que hoy hemos apurado mucho y a partir de ahora habrá que hacerse al horario japonés.    Al salir nos hemos ido directos al hotel, que para ser el primer día hemos terminado tarde y cansados.

Japón día 8: Tokio


Pues ya estamos en Tokio, una ciudad que nada tiene que ver con lo que hemos visto hasta ahora. Esto está lleno de luces, de gente de todos los estilos y de restaurantes de lo más variopinto. Por la noche es una auténtica locura de luces y sonido. Hoy cuando nos hemos levantado hemos ido andando directamente, porque más o menos todo estaba relativamente cerca. Hemos empezado por subir al mirador de un edificio del gobierno, y bueno, como el tiempo està lluvioso, con tanta nube se podía disfrutar muy poco de las vistas. Al bajar nos hemos ido caminando hasta el parque yoyogi, supuestamente ahí se reúnen las lolitas y rockabillies de la zona los fines de semana. Nosotros hemos entrado a ver el santuario que había pero claro, viniendo de Kioto se ha quedado corto. Lo bueno ha sido que hemos presenciado una boda japonesa, y todo el mundo que estábamos allí haciéndoles fotos mientras pasaban, no sé cómo se habrán sentido los novios pero al menos sonreían al pasar. Después hemos continuado el camino y hemos entrado en Takeshita Dori, una calle peatonal plagada de tiendas de ropa punk y de ese estilo, me ha encantado. Y además en la misma calle no sé la de puestos que podía haber de crepes con diferentes rellenos, una locura. De ahí hemos continuado a Cat street, una calle empedrada muy bonita y en la que a ambos lados había tiendas de marca, era otro rollo más tranquilo. Como ya se estaba haciendo hora de comer hemos ido cerca de Shibuya a comer a Ichiran, un sitio de ramen que le había recomendado a Dani un japonés que trabaja cerca de su curro. La experiencia ha sido increíble, tras esperar un ratito de cola hemos pasado por una máquina donde hemos elegido la comida con sus acompañantes y postre incluido. Después nos han dado un papel para rellenar donde nos preguntaban el punto de sabor del caldo, la dureza de los noodles, la cantidad de aceite, si queriamos ajo y cuanto, picante y en qué grado y si queríamos cebolla o no, lo que me ha parecido fantástico. Después nos han pasado a una sala con asientos a ambos lados separados individualmente por unos biombos. Si eramos varios las maderas se doblaban y hacías hueco. Enfrente te servían pero lo único que veías del camarero eran sus manos y poco más. Nos han puesto el plato de ramen y nos dan dejado un platito que ponía el nombre del postre (Tofu con té) y cuando hemos terminado el plato tenías q tocar el timbre y se llevaban el platito para traerte tu plato, curioso todo. De ahí ya hemos salido y como antes de entrar a comer me había fijado que estaba Forever21 no he podido resistirme aunque las compras las haremos en otro momento. De ahí hemos ido al cruce de Shibuya, si bien al principio no me ha parecido tan alucinante como pensaba es verdad que cuando cruzas hacia el lado de la estación, se viene una marabunta de gente y ahí si que ha sido una pasada. Después hemos entrado a la estación para hacer una foto desde arriba y por último un video desde abajo.
Hemos callejeado y caminado por toda la zona bastante rato y entrado en varias tiendas, entre ellas Uniqlo. De ahí nos hemos vuelto al apartamento en JR y a las 18:00 hemos salido a dar una vuelta por nuestra zona de Shinjuku y hemos terminado cenando toriyaki de pollo de diferentes partes del cuerpo con un aperitivo que llaman otoshi que lleva lechuga, algas, sésamo y una salsa x encima muy rica. De camino al apartamento como llovía y yo estaba ya tiritando hemos ido directos sin parar mucho.