21 de septiembre de 2016

Japón día 10: Nikko



Hoy hemos ido a Nikko, que es un lugar patrimonio de la humanidad y que nos habían recomendado y había leído en algunos blogs que merecía la pena el viaje. Entre metro y trenes son casi 3 horas y merece la pena acercarse a verlo porque una vez allí los templos están todos por la misma zona. Al salir de la estación tienes un bonito paseo (10-15min) hasta llegar a las escaleras de Omotesando y a partir de ahí ya pueudes planificar cómo ver los templos. Nosotros decidimos ir primero a ver los más grandes sobre todo porque eran también los más alejados y a primera hora del día tenemos más energía para visitar y recorrer. Estuvimos en el Santuario de Futarasan, y el de Tosho-gu, viendo las zonas que nos dejaban ver. Algunas muy bonitas y otras menos interesantes o que ya habíamos visto en otros templos. Cuando llevabamos 3 ó 4 decidimos bajar a comer y continuar después porque se nos iba a hacer tarde si no. Había poco donde elegir y al final nos metimos en un sitio regentado por dos mujeres donde pedimos un plato de ramen cada uno con un cuenco de arroz frito. Tengo un vicio con el ramen, antes me gustaba pero es que ahora me encanta y podría comerlo todos los días, uno bueno y bien hecho, claro. De ahí continuamos con la visita y el siguiente fue uno de la entrada que la verdad que vimos poco porque lo estaban reconstruyendo, tenía 3 budas dorados en la sala principal que tenían acristalados. Lo mejor es que nos enseñaron como lo estaban reconstruyendo y los anclajes tan curiosos que ponían, todo en madera y pudimos subir arriba del todo para ver como reconstruían el tejado. La verdad es que del paso del tiempo la madera estaba muy dañada y fue una pena no verlo al natural. De ahí fuimos a ver otro que nos quedaba pero estaba apartado, era pequeño y solo podías moverte x fuera así que con esto decidimos volver a Tokio pues nos quedaban 3 horas de vuelta. Dejamos las cosas, nos cambiamos y nos fuimos a Shibuya a comer a un restaurante de sushi de esos que vas pidiendo lo que quieres por una tablet, en este caso de 3 en 3 platos y luego a través de una cinta transportadora te lo traen hasta tu sitio. ¿cómo sabes que es tuyo? Porque al llegar tienes que confirmar en la pantalla y se llevan la bandeja. Muy bien de precio y además tenían platos cocinados por si uno de los dos no quería comer crudo. De ahí cotilleamos Forever 21 que cerraba a las 22:00 y para el apartamento.

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