28 de mayo de 2009


En el puente de mayo estuvimos en Córdoba, yo había estado cuando era muy pequeña y no lo recordaba así que fue un regalo de cumpleaños para Dani y estuvo genial porque nos fuimos en AVE hasta allí, lo cual nos quitó de atascos y retrasos. El hotel estaba enfrente de la mezquita y en pleno centro, claro. Teníamos 2 días para verlo y encima coincidía con las famosas cruces de mayo que para el que no lo conozca se trata de una fiesta en la que las hermandades y no sé si gente en particular también, fabrican cruces enormes decoradas con flores y luego también decoran el entorno, lo que las hace diferentes a cada una. Los colores que más se utilizaron son el rojo y el blanco aunque había otras de diferentes colores. Además, se realiza un concurso entre todas ellas y se evalúan en función de la puesta en escena de todo el conjunto. Existe una ruta con las distintas cruces para que se puedan seguir todas y que pueden llegar a ser unas 30 en total. Y junto a cada cruz, cada hermandad monta un chiringuito donde se puede comer y beber casi todo el día.
A parte de las cruces hay más cosas que hacer en Córdoba, a parte de la mezquita y de sus callejuelas típicas hay que fijarse en su gastronomía, no se puede pasar sin probar el salmorejo típico de allí; un plato realizado con tomate, ajo, aceite, miga de pan y con jamón y huevo cocido por encima, una delicia y nada que ver con lo que nos venden por aquí. Tampoco hay que olvidarse del rabo de toro, ni de los flamenquines (flautas rebozadas rellenas de jamón serrano en su mayoría pero también las hay de pescado) ni de su pastel cordobés (un hojaldre con cabello de ángel) Junto a eso le añadimos la tortilla de camarones y el rebujito y nos podemos dar por muy satisfechos.
Otra cosa que hicimos fue reservar en los baños árabes de allí (
http://www.hammamspain.com/cordoba/), que también tenemos en Madrid. Por un precio determinado tienes un pack que incluye el baño en las piscinas de agua fría, caliente y templada, baños turcos y 15 minutos de masaje relajante, cena en el restaurante y poder ver un espectáculo de danza del vientre.