Último
día en Budapest, me está gustando muchísimo esta ciudad y me llevo unos recuerdos
muy buenos, y aunque ya estoy muy cansada de tanto patear y no parar mucho sigo
pensando que merece la pena más que alguna otra de las anteriores. Hoy ya nos
lo hemos tomado con calma, hemos ido a comprar tabaco y algunos regalitos
culinarios para la familia y hemos montado en la línea 1 de metro, si ya me
pareció curiosa la otra por lo profunda que estaba y esas escaleras
interminables esta es todo lo contrario, está bajando y te la encuentras, a ras
de subsuelo. Es muy antigua la línea y hay que ver los vagones de metro que se
mueven muchísimo, son incómodos y para entrar y salir suena un pitido
desmesurado y se enciende una luz y apenas te da tiempo a salir o entrar, pero
es digno de ver. De ahí ya fuimos a comer a un sitio recomendado “Vakvarju” y
que salía algo más caro pero estaba todo buenísimo también. Y nos fuimos al
hotel para coger el bikini e irnos en busca de algo muy típico en Budapest, las
termas, según dicen hay más de 200. Bueno, pues después de ir con toda nuestra
ilusión a unas que habíamos buscado que estaban fenomenal, llegamos y las
estaban arreglando, que bajón… pero la solución estaba a la vuelta de la
esquina, otras termas “Luka'cs” que al final no han resultado estar tan mal. A
primera hora estaban más tranquilas pero justo cuando decidimos irnos se
empezaban a llenar por demás. Entramos a preguntar precio y si eran mixtas, y
después de decirnos 10€/persona ni lo dudamos. Hasta que entendimos un poco el
tema de las taquillas, vestuarios nos costó pero entre unos y otros nos entendimos.
El centro tenía una piscina al aire libre de agua templada donde tenías varios
apartados: jacuzzi, tumbonas, cuello de cisne, burbujas por los pies… salías de
ahí y entrabas al recinto cerrado donde estaba el pediluvio, y un poco más para
allá la sauna y un barril enorme lleno de agua muy fría. Al salir un poco de
hielo por el cuerpo y otra vez a repetir el circuito, creo que fue el mayor
acierto de todo el viaje por todo, pero sobre todo el relax que necesitábamos
después de 10 días sin parar. Cuando terminamos nos fuimos al hotel para
ducharnos y vestirnos para ir a cenar y hacer fotos nocturnas. El sitio de la
cena también 100% recomendable, un sitio de pescadores “Horgasztanya Vendeglo”,
la sopa de pescado sin adjetivo, cualquiera de ellas está buenísima. El error
fue pedir fritura de pescado, de ahí comían 4 personas fácilmente. Estaba todo
muy bueno, lo único que no tenían para pagar con tarjeta pero pudimos pagar en
euros, menos mal porque ya me veía fregando. Y para finalizar el día, estuvimos
haciendo fotos de noche a todo lo que nos había parecido pintoresco. Y de ahí,
otra vez tarde al hotel a preparar las maletas para irnos a Praga, final de
trayecto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario