Al día siguiente madrugón y
buscar un sitio para desayunar, vaya caminata nos dimos y al final el sitio no
estuvo mal del todo, aunque nos tuvimos que hacer entender señalando porque el
inglés lo manejaban poco. Una vez terminado empezamos la marcha hacia el puente
para ver la iglesia y el castillo por dentro. Es muy curioso el semáforo que
hay justo antes de empezar el puente porque apenas se pone en verde para el
peatón se pone en rojo y la cantidad de gente que se acumula ahí es
impresionante. Una vez vista toda la zona fuimos a tomar algo y como ya era la
1 y tenían menú decidimos aprovechar el viaje. Aquí las bebidas no entran en el
precio del menú. Continuamos la visita un poco más por otra zona cercana al
rio, dirección museo de Kafka y kampa que tenían unas estatuas que quería
fotografiar. Después cruzamos a este otro lado porque teníamos que llegar al
hotel para cambiarnos de ropa, teníamos entradas para ver las marionetas de Don
Giovanni, que nos encantó. El teatro es bien pequeño y cutrecillo pero la obra
es muy divertida, cuando salimos ya era tarde y nos metimos en una
hamburguesería… donde para nuestra sorpresa vimos un ratoncillo entrar por el
patio. Luego estuvimos por el centro viendo el famoso reloj de Praga y ya nos
quedamos por ahí mirando las tiendas de souvenirs.
No hay comentarios:
Publicar un comentario