Este año, y aunque no suelo ser
supersticiosa… ha tenido bastantes malos momentos, de hecho el primer día del
año lo empezamos mal, todos enfermos. Y bueno, no había mes en el que
tuviéramos algún sustillo. Nada grave,
por suerte y hemos conseguido salir airosos y llegar hasta aquí y casi
terminarlo, sólo quedan 4 días para que acabe el año y deseando que comience el
nuevo y nos depare más alegrías.
Por otro lado también hemos
tenido muy buenos momentos, sobre todo en familia, que al final son los que más
alegrías pueden darte. Voy a intentar resumir lo que ha acontecido este año y
cómo veréis todo está relacionado con la comida y bebida… lo que nos gusta de
verdad!!! En marzo nos fuimos de sidrerías a Gartziategi, una vez más pero esta
vez íbamos acompañados. Ese día marcó un antes y un después, ahora nos llamamos
“La Cuadrilla”. A pesar de que nos llovió (qué raro por allí…) pasamos un par
de días muy agradables de pintxos y sidrería, incluyendo esa columna que se
interpuso en nuestro camino.
En mayo nos fuimos de excursión a
Belmonte y Segobriga también con parte de La Cuadrilla y nos hizo un día
bastante bueno y comimos de menú en un restaurante con un seiscientos hippie en
la puerta. A los pocos días, celebrábamos el primer cumpleaños de Daniela, que
como no, se enteraba de poco pero estaba encantada rodeada de tanta Minnie.
En junio hicimos un viaje
romántico al Hotel Cardamomo que está muy cerquita de Sigüenza, un auténtico
lujo y el personal encantador. Estaba en un pueblo en el que terminaba la carretera
con lo que no había ruidos de coches, solo de la naturaleza. Por primera vez
estuvimos disfrutando de todo lo que ofrecía el sitio, el restaurante, la
habitación, la piscina con jacuzzi al aire libre, el jacuzzi interior y los
masajes relajantes que ofrecían.
En julio dos acontecimientos muy
importantes: la boda de mi hermana y nuestras merecidas vacaciones. La boda
estuvo genial, yo no había tenido estos nervios en mi boda y ese día no podía
ni firmar como testigo, pero todo salió super bien, y, a pesar de que la tuna
causó algún molestar en un principio, al final nos vinimos arriba y fue lo que
más gustó. Después de ese día nos fuimos de vacaciones.Tras haber pospuesto el
viaje a Japón tuvimos que pensar en un plan B y este año repartimos las dos semanas
entre Praga, Viena, Bratislava y Budapest. De todas ellas, Budapest me tiene
enamorada. Tuvimos un tiempo espectacular y como este viaje está en el blog, no
me voy a parar a detallar nada.
En la semana de vacaciones de
Octubre nos fuimos 4 días a Santander, los chicos a hacer surf y yo a relajarme
en las termas de solares (nada del otro mundo, por cierto) El tiempo nos
acompañó casi todo el tiempo, lo pasamos fenomenal y descubrimos algún sitio
para comer interesante. Nos alojamos un par de días en la Posada de Pedreña que
también recomiendo sin duda alguna, un trato excelente por parte del dueño,
desayuno casero y muy cerquita de Santander. Y se puede coger el barquito que
cruza a la ciudad, no se tarda nada y es muy baratito.
En Octubre/Noviembre tuvimos la
fiesta de Halloween, este año nuestra casa era la anfitriona y creo que
conseguimos lo que queríamos… dejar expectantes a los invitados. Hubo muy
buenos disfraces, cada año nos lo curramos más. La casa simulaba un cementerio,
tuvimos que sacar los muebles a la terraza para dejar el salón despejado.
Pusimos lápidas por el suelo, nichos por la pared. Comimos sobre la tumba de
Elvis y la comida también nos la curramos, aunque terminamos saturados. Este
año nosotros nos disfrazamos de Espantapájaros y Catrina Mexicana, no es porque
sea el mío pero este año me gustó el resultado. Beetlejuice causó furor cuando
llegó.
A finales de noviembre hicimos
nuestra versión del día de acción de gracias, bueno, la retrasamos al puente de
diciembre por problemas médicos. Y también salió fenomenal, había de todo, cada
uno aportó su granito de arena y tuvimos una cena de acción de gracias
auténtica: pava al horno, puré de patatas, salsa de arándanos, pan de maíz,
verduritas asadas, carne picada… y hasta cinnamon rolls.
En diciembre hemos tenido una
cena de disfraces con los amigos de mis padres. Lo que en un principio sonaba
bien, luego empezó a salirse de madre y al final fue un éxito rotundo. Hicimos
un pasaje del terror en casa de unos de sus amigos. Todos los hijos íbamos
disfrazados de personajes de terror y mientras ellos no sabían nada iban
avanzando por el camino, hasta que llegaron al salón y ya nos descubrimos para
empezar a disfrazarles y cenar. No teníamos bastante con eso cuando apareció un
drag queen que nos amenizó la noche. Muchas risas y alegrías.
Este año, la novedad de venir a
Madrid a ver la decoración fue que a parte de mi madre (con la que vengo todos
los años) se apuntó también mi hermana. La verdad que lo pasamos muy bien,
vimos un montón de cosas y nos hicimos muchas fotos. Qué buena esa tarta de
queso que tomamos de postre. Salió tan bien que ya estamos pensando repetir
para el año que viene.
Y ahora ya nos vemos a final de
año celebrando las navidades. La nochebuena y navidad ya pasaron y Papá Noel
vino cargado de regalos: pulsómetro, pijama, dinerito, bufanda y guantes. Y la
peque de la casa se lo pasó en grande abriendo regalos, yo diría que le gustó
más el cartón que contenía los regalos que el regalo propiamente dicho pero era
de esperar. Ya solo nos queda el último empujón del año para pasar al siguiente
y a ver que nos depara. Bye Bye 2013 y Feliz 2014!!!