27 de diciembre de 2013

Bye Bye 2013

Este año, y aunque no suelo ser supersticiosa… ha tenido bastantes malos momentos, de hecho el primer día del año lo empezamos mal, todos enfermos. Y bueno, no había mes en el que tuviéramos algún sustillo.  Nada grave, por suerte y hemos conseguido salir airosos y llegar hasta aquí y casi terminarlo, sólo quedan 4 días para que acabe el año y deseando que comience el nuevo y nos depare más alegrías.
Por otro lado también hemos tenido muy buenos momentos, sobre todo en familia, que al final son los que más alegrías pueden darte. Voy a intentar resumir lo que ha acontecido este año y cómo veréis todo está relacionado con la comida y bebida… lo que nos gusta de verdad!!! En marzo nos fuimos de sidrerías a Gartziategi, una vez más pero esta vez íbamos acompañados. Ese día marcó un antes y un después, ahora nos llamamos “La Cuadrilla”. A pesar de que nos llovió (qué raro por allí…) pasamos un par de días muy agradables de pintxos y sidrería, incluyendo esa columna que se interpuso en nuestro camino.
En mayo nos fuimos de excursión a Belmonte y Segobriga también con parte de La Cuadrilla y nos hizo un día bastante bueno y comimos de menú en un restaurante con un seiscientos hippie en la puerta. A los pocos días, celebrábamos el primer cumpleaños de Daniela, que como no, se enteraba de poco pero estaba encantada rodeada de tanta Minnie.
En junio hicimos un viaje romántico al Hotel Cardamomo que está muy cerquita de Sigüenza, un auténtico lujo y el personal encantador. Estaba en un pueblo en el que terminaba la carretera con lo que no había ruidos de coches, solo de la naturaleza. Por primera vez estuvimos disfrutando de todo lo que ofrecía el sitio, el restaurante, la habitación, la piscina con jacuzzi al aire libre, el jacuzzi interior y los masajes relajantes que ofrecían.
En julio dos acontecimientos muy importantes: la boda de mi hermana y nuestras merecidas vacaciones. La boda estuvo genial, yo no había tenido estos nervios en mi boda y ese día no podía ni firmar como testigo, pero todo salió super bien, y, a pesar de que la tuna causó algún molestar en un principio, al final nos vinimos arriba y fue lo que más gustó. Después de ese día nos fuimos de vacaciones.Tras haber pospuesto el viaje a Japón tuvimos que pensar en un plan B y este año repartimos las dos semanas entre Praga, Viena, Bratislava y Budapest. De todas ellas, Budapest me tiene enamorada. Tuvimos un tiempo espectacular y como este viaje está en el blog, no me voy a parar a detallar nada.
En la semana de vacaciones de Octubre nos fuimos 4 días a Santander, los chicos a hacer surf y yo a relajarme en las termas de solares (nada del otro mundo, por cierto) El tiempo nos acompañó casi todo el tiempo, lo pasamos fenomenal y descubrimos algún sitio para comer interesante. Nos alojamos un par de días en la Posada de Pedreña que también recomiendo sin duda alguna, un trato excelente por parte del dueño, desayuno casero y muy cerquita de Santander. Y se puede coger el barquito que cruza a la ciudad, no se tarda nada y es muy baratito.
En Octubre/Noviembre tuvimos la fiesta de Halloween, este año nuestra casa era la anfitriona y creo que conseguimos lo que queríamos… dejar expectantes a los invitados. Hubo muy buenos disfraces, cada año nos lo curramos más. La casa simulaba un cementerio, tuvimos que sacar los muebles a la terraza para dejar el salón despejado. Pusimos lápidas por el suelo, nichos por la pared. Comimos sobre la tumba de Elvis y la comida también nos la curramos, aunque terminamos saturados. Este año nosotros nos disfrazamos de Espantapájaros y Catrina Mexicana, no es porque sea el mío pero este año me gustó el resultado. Beetlejuice causó furor cuando llegó.
A finales de noviembre hicimos nuestra versión del día de acción de gracias, bueno, la retrasamos al puente de diciembre por problemas médicos. Y también salió fenomenal, había de todo, cada uno aportó su granito de arena y tuvimos una cena de acción de gracias auténtica: pava al horno, puré de patatas, salsa de arándanos, pan de maíz, verduritas asadas, carne picada… y hasta cinnamon rolls.
En diciembre hemos tenido una cena de disfraces con los amigos de mis padres. Lo que en un principio sonaba bien, luego empezó a salirse de madre y al final fue un éxito rotundo. Hicimos un pasaje del terror en casa de unos de sus amigos. Todos los hijos íbamos disfrazados de personajes de terror y mientras ellos no sabían nada iban avanzando por el camino, hasta que llegaron al salón y ya nos descubrimos para empezar a disfrazarles y cenar. No teníamos bastante con eso cuando apareció un drag queen que nos amenizó la noche. Muchas risas y alegrías.
Este año, la novedad de venir a Madrid a ver la decoración fue que a parte de mi madre (con la que vengo todos los años) se apuntó también mi hermana. La verdad que lo pasamos muy bien, vimos un montón de cosas y nos hicimos muchas fotos. Qué buena esa tarta de queso que tomamos de postre. Salió tan bien que ya estamos pensando repetir para el año que viene.

Y ahora ya nos vemos a final de año celebrando las navidades. La nochebuena y navidad ya pasaron y Papá Noel vino cargado de regalos: pulsómetro, pijama, dinerito, bufanda y guantes. Y la peque de la casa se lo pasó en grande abriendo regalos, yo diría que le gustó más el cartón que contenía los regalos que el regalo propiamente dicho pero era de esperar. Ya solo nos queda el último empujón del año para pasar al siguiente y a ver que nos depara. Bye Bye 2013 y Feliz 2014!!!

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