12 de diciembre de 2010

The Lion King



No tengo palabras para describir este musical. Ahora que he estado allí, y que lo he visto puedo decir que no me arrepiento ni del dinero, ni de perder una tarde de compras… mereció la pena desde el primer momento en que se apagó la luz y empezó la función. Ahora entiendo porque llevan más de 10 años y siempre está lleno, ahora sí. No voy a desvelar nada que uno no sepa después de haber visto la película porque un musical es un resumen y muestra las escenas más importantes y vistosas de la película. El caso es que uno va con la idea (al menos yo) que los actores iban a estar caracterizados como animales y cual fue mi sorpresa, cuando si estaban caracterizados, pero eran parte del disfraz del animal al que representaban. Los movimientos de cada animal estaban tan ensayados que hacen creer al público que realmente estás viendo a ese animal. La sensualidad del leopardo, la robustez del elefante, el volar de las aves, esas hienas que tanto me hicieron reír, y que malas que eran también. Sin duda alguna, los niños (que hacen de Simba y Nala) en un principio son geniales, muy divertidos y muy coherentes también con sus gestos y movimientos de crías que son. Me encantó el movimiento de Scar y Mufasa, no me esperaba esa caracterización y con el mismo atuendo pasan de aparentar un estado tranquilo a sentir como te intimidan con un simple gesto de hombro y cuello y parecer que están realmente furiosos simplemente con sus posturas. También tengo que hacer mención de la negrita zulú que nos ameniza y nos relata partes de la historia que hace un papelón. El final de la historia todos lo conocemos así que no voy a entrar en detalles. Un momento emotivo en el que Simba, hecho un adulto decide enfrentarse a su tío Scar y convertirse en el famoso Rey Leon. Me he dejado animales en el tintero lo sé pero tendréis que ir a verla porque no puedo dar detalles de todo. Y solo una cosa más…. Oh, I just can't wait to be king!

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