Maquillaje de día

Me he apuntado a un curso de maquillaje, que llevo varios años queriendo hacer y ahora me ha surgido la posibilidad y en un sitio que me da confianza (centro de estética al que voy habitualmente) y el que elegí para el maquillaje de mi boda. El curso dura 3 días, y nos van a enseñar 3 tipos de maquillaje: día, tarde y noche. Así que después de primera clase voy a explicar algunas técnicas básicas para salir del paso. Es muy importante tener herramientas adecuadas porque el resultado final puede variar bastante. Así, se recomiendan usar pinceles hechos de pelo natural, una esponja para extender el maquillaje y una borla para polvos compactos. Pasamos a la acción:
En un maquillaje de día están “prohibidos” los colores fríos y el negro endurece mucho la mirada, así que la máscara de pestañas y perfilador de ojos serán en todo caso marrones o grisáceos.
Lo primero de todo es limpiarse bien la cara y darse una crema hidratante, conseguiremos una piel más luminosa. Después tenemos que corregir las imperfecciones con el corrector adecuado (color) según lo que queramos disimular. A continuación daremos el maquillaje con la esponja, previamente humedecido, extendiéndolo hacia las partes exteriores de la cara para difuminarlo bien. Terminamos dando polvos compactos con la borla por toda la cara para matizar.
Una vez que ya tenemos la cara maquillada seguiremos con los ojos. Es opcional hacernos una línea en el párpado superior pero siempre en tonos distintos de negro, y con un trazado finito muy pegado a las pestañas. Procederíamos de la misma forma abajo. En cuanto a las sombras, deberíamos usar colores mate como fondo y luego dar luz con colores brillantes. Por ejemplo, se puede utilizar un rosa mate para todo el ojo y luego el mismo rosa con brillo para favorecer determinadas zonas. La forma de aplicar la sombra es con un pincel (nunca esponja) y se debe depositar sobre el ojo antes de difuminarlo. Lo aplicamos en todo el párpado y después difuminamos bien con el mismo pincel hasta conseguir el color deseado. A continuación cogemos el color brillante elegido, en armonía con la base y lo damos de la misma forma pero solo en el punto central del párpado y en la zona superior (párpado fijo). Podemos aplicar otro punto de luz en el lagrimal.

Comenzamos con el labio. Habrá que perfilarlo en algún tono carne o clarito y rellenamos con el pintalabios siempre dándolo con un pincel para que se fije más.
Por último, tenemos que dar el colorete que siempre irá acorde con el color de los labios. E igual que la sombra de ojos, cogemos la brocha y depositamos los polvos en el pómulo y difuminamos hacia atrás hasta dejar un color clarito (según gustos)
Hasta aquí mi primera clase y sus truquillos. No he puesto todo al detalle porque ocuparía más de una hoja pero para empezar puede ser una manera de tomar contacto.